sábado, 1 de octubre de 2011

Añoralgias

Me acorde de Fontanarrosa. "Los críticos son esas personas que explican lo que nosotros hacemos" me dijo el mismo Roberto Fontanarrosa antes de iniciar la entrevista que le hice en 1988 y que fue publicada por la Revista "Amigos Volando" que editaba Sam, la aerolínea colombiana que inició labores en 1945, fue fusionada por Avianca en 2008 y finamente desapareció en 2010. Roberto Fontanarrosa también desapareció, una enfermedad neurológica degenerativa le causo finalmente un paro cardiaco en 2007. Tenía 62 años.

Una vez evoqué la frase para escribirla en un artículo que estoy haciendo para el blog de televisión universitaria, no pude evitar añorar a este magnífico caricaturista y escritor argentino, uno de los más importantes hasta su desaparición y uno de mis favoritos. Leer a Boogie y su ironía es un verdadero placer que nos confronta con tantas realidades de las estructuras verticales de nuestra sociedad. Y por supuesto la nostalgia me invadió, no sólo por su desaparición, sino porque caí en cuenta que han pasado 23 años desde que le hice la entrevista en el Hotel Tequendama. Tanto tiempo. Con razón desaparecieron Fontanarrosa y Sam.

Las "añoralgias" son pues esa suma de añoranzas y nostalgias, como dice "Les Luthiers" el grupo de humor argentino, que no ha desaparecido, en cuyo trabajo colaboraba Fontanarrosa aportando temas, frases y disparates que la mayoría de veces iban a dar a la basura como el mismo lo explicaba. Fontanarrosa desapareció, Sam desapareció, "Amigos volando" desapareció y mi artículo ha quedado en mi memoria, pero ahora, gracias a la web 2.0 puedo "republicarlo" en esta convergencia tecnológica. No es nada del otro mundo, sólo el diálogo entre el admirado y su admirador que ahora quiero compartirlo con uds.

Link Artículo: Al creador de Boggie nunca le gustó Supermán


jueves, 8 de septiembre de 2011

Aires de rencor


Tomó un sorbo de tinto. Sus ojos tenían el tono opaco de la desilusión. Se sentía traicionado. ¿Tantos años de entrega para qué? Pareciera que cada vez que llegara un directivo nuevo a la Universidad, hubiera que borrar de tajo lo anterior.  Como si la facultad fuera un software que se puede programar para reiniciar de cero. ¿Y el pasado? ¿Y los alumnos que han tomado sus cursos durante tanto tiempo? ¿Y los quince años de promociones? ¿Y las publicaciones? ¿Y los cientos de videos y premiaciones de los estudiantes? ¡Qué ironía! Ellos se quejan de los profesores que se mantienen en sus clases a pesar de ser mal calificados. ¿Qué dirán ahora, que le quitaron las clases al profesor mejor evaluado? “¡Hijueputa!”, escupió Enrique, y su mirada se perdió por la ventana buscando la nada en los salones. Tomé un sorbo de café, no pronuncié palabra, sólo lo acompañaba. Yo también buscaba la nada y trataba de encontrar alguna razón que justificara las continuas agresiones sobre él, uno de los mejores profesores de la facultad, de la Universidad y, en mi concepto, el mejor profesor de televisión del país.

            Me inicie en el mundo de los libretos gracias a él, aunque más de una vez he jugueteado diciendo que fue por su culpa. Recuerdo la calidez de sus clases apasionadas, llenas de ejemplos inteligentes e imágenes cuestionadoras del mundo. No sólo estudiamos las técnicas para la elaboración del guión, aprendimos a pensar. Entendimos que contar una historia es más que una simple sucesión de imágenes grabadas y editadas con máquinas, que detrás hay un sentido creativo muy fuerte, una lectura de la realidad, del entorno. Qué un realizador de cine y televisión tiene en sus manos la posibilidad de revelar los secreteos más profundos de la vida humana, de denunciar, demostrar, cuestionar, valorar. Que el realizador adquiere la capacidad de constreñir el corazón, de permitir una sonrisa irónica o generar en el espectador la más estruendosa carcajada. Un buen número de periodistas y comunicadores reconocidos fuimos sus alumnos. Su calidad como maestro nadie la discute, por eso, ser alumno destacado de Enrique Vargas es como pertenecer a un club. [...]

Para leer el cuento completo abrir el Link: Aires de rencor

miércoles, 13 de julio de 2011

Cuento finalista


Los nuevos amigos es uno de los mayores beneficios del  Taller de Escritores de la Universidad Central. Con ellos tengo la oportunidad de seguir aprendiendo y de aportar lo que modestamente sea capas de dar.

Isaías Peña es un gran Maestro. A él todo mi reconocimiento y gratitud. No en vano, el TEUC cumple 30 años, experiencia que además ha generado el pregrado en Creación Literaria y la Especialización en Creación Narrativa. Y como dejar atrás a Andrea Vergara, quien nos guió en el taller a través de los diferentes senderos de los narradores y sus estilos.

Como evento de cierre del Taller 2011, se hizo la premiación de los ganadores del concurso interno, en el cual participamos 16 talleristas. El jurado estuvo conformado por Roberto Burgos Cantor, Liliana Moreno Muñoz y Jairo Restrepo Galeano. Tuve la satisfacción de ser finalista de este concurso, con el cuento: "El sol de los venaos" cuyo link dejo a disposición:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0B3TPP_vqHOz9ODEzOTE5YzMtNWZkZS00OWY1LTlhYWEtNDZiNzAzMGVmM2E5&hl=es

viernes, 24 de junio de 2011

La foto de carnet (cuento interactivo)

 La foto de carnet

Este cuento que comparto, lo configuré a partir de dos ejercicios que hicimos durante el Taller de Escritores. El primero, coger elementos de creación literaria dados en una historia ampliamente reconocida y transformarlos o crear a partir de ellos. Escogí El retrato de Dorian Gray y complementé con una balada: La foto de carnet . El segundo, crear formas o imágenes de avisos. En este caso, inserté imágenes, lo que adicionó ya propiedades que se pueden lograr a partir de documentos digitales. Finalmente, incluí hipervínculos, de tal formas que la balada y una poesía popular fueron incorporadas al cuento.

Aquí está el resultado:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0B3TPP_vqHOz9Y2I0MDZhOTgtMDcxYS00MDM0LWFiODUtOWI2ZTA1MjU5MTAw&hl=es

sábado, 28 de mayo de 2011

Park Way 2


Lluvia, tristeza y nostalgia, vapor y vida, cielo que llora, tierra que calma su sed, árboles que beben, suelo que oscurece.

Sigo trabajando el proyecto de mirar el Park Way con diferentes intensidades de luz. La lluvia mañanera lo cubre, luego escampa y da una tonalidades diferentes, propias, que se quedan en nuestra memoria y marcan nuestro entorno.

Este es el link:
https://picasaweb.google.com/Fernandogutierrez63/ParkWay2#

jueves, 19 de mayo de 2011

La silla





En  el parque,
la silla espera
 paciente  los
 paseantes que han de sentarse a platicar
 sus cosas,  alegrarse,  reír,  soñar, llorar,
 y   sorprenderse  con  sus  relatos.  Pero,
hoy                                      llueve.

sábado, 14 de mayo de 2011

Park Way 1


Aprendí a vivir mi ciudad viajando. Los parques y las zonas verdes en las ciudades grandes, son emblemáticos y generan memoria. El Carolina en Quito, El Retiro en Madrid, el cerro Santa Lucía en Santiago.

Yo camino el Park Way de forma rutinaria desde hace más de 10 años. Siempre me ha transmitido muchas sensaciones, por eso, inicié una serie fotográfica para tratar de captar esas percepciones. El trabajo lo hago un poco a la manera de las catedrales de Monet, buscando diferentes reflejos de la luz.

Esta es mi primera muestra, caracterizada por la luz que da un día nublado.
https://picasaweb.google.com/Fernandogutierrez63/ParkWay1#